Hoy me levanté dulce, pero no dulce porque estaba cariñosa, sino porque la entrevista de hoy es en un laboratorio de pasteles artesanales.
Nos recibió Andrea De Cesare propietaria de «
I peccatucci di Mamma Andrea«, una mujer con ojos dulces, tan dulces como su empresa. Hace ya 25 años que se dedica a la empresa familiar de repostería y de otras bondades de la cocina siciliana. En estos años ha conocido tantas personas que carinosamente le donaron antiguas recetas heredadas de madres y abuelas, para que no se perdiera la memoria y el gusto.
Fue como estar en un cuento de adas,con dulces por todas partes y con los empleados que disfrutaban de lo que hacían. Creo que eso es lo que diferencia estos dulces de otros, no solo por su sabor inconfundible y su elegante estética, sino también por su diseño. Encontré huevos de Pascua cubiertos de almendras y pistachos, roscas de caramelo y almendras garrapiñadas, naranjas confitadas, turrones, dulces de pistacho , higos con chocolate, angelitos, pesebres, corderos, todos de mazapán con diferentes sabores y decorados a mano. Y yo estaba a dieta! El universo es injusto!
Descubrí que era verdad lo que me habían contado, tienen una sala que la llaman «sala del chocolate». Mis endorfinas subían a una velocidad increíble, comía con los ojos, había chocolate por todos lados !
Descubrí que es verdad que las emociones se trasmiten a través de lo que cocinamos, porque estaba todo riquísimo. Probé barritas energéticas, corazones de chocolate, mazapán relleno de requesón con chocolate… Bueno, al pepino mi dieta! Mañana será otro día. Mi corazón estaba feliz, y mi paladar ni te cuento.
Nos contaba Andrea, mientras paseábamos por su fabrica, que solo con buenos productos y una gran investigación se puede lograr un resultado así, haciendo intervenir las maquinas lo menos posible y haciendo casi todo a mano como antaño.
Me mostraron como hicieron las flores para los dulces que enviaron al Papa Francisco. Esta receta data de el siglo XV, gracias a la conservación de la tradición de los conventos de monjas que han guardado la receta. Mamma Andrea la supo reinterpretar con un toque de romanticismo y modernidad.
En esta fabrica que se sitúa muy cerca del puerto de Palermo, en Sicilia, se realizan no solo dulces, sino conservas de platos típicos de esta región, como la caponata de berenjenas, la crema de aceituna y avellana,la crema de pistacho y la crema de hinojo salvaje que es el ingrediente de una pasta entre las mas típicas de Sicilia: la pasta con le sarde( sardinas).
Naturalmente tienen gelatinas y mermeladas de todo tipo pero sustituyendo al azúcar el jugo de agave biológico, que es solo fructosa.
A medida que iba entrando en otras zonas descubría cosas nuevas , como una entera planta de la fabrica que se dedica a la estética de la presentación . Utilizan cajas bellísimas realizadas por una Fundación y flores preciosas.
Toda una fiesta inolvidable para el paladar y la vista.